Alberto Marino fue una de las grandes figuras del tango rioplatense.
Vicente Alberto Marinaro nació el 26 de Abril de 1920 en Verona, Italia. Era un bebé cuando llegó a la Argentina; su familia se ubicó en un pueblito de Salta, pero posteriormente se trasladó a Buenos Aires, viviendo en el barrio de Palermo.
Tuvo sólida escuela de canto y al comienzo, se dedicó al canto lírico, entonando canzonetas de su tierra natal. Debutó en 1935, en un festival organizado en el cine Palermo. Con el seudónimo de Alberto Demare lo hizo en Radio Mitre, pero para cantar tangos. Fue vocalista en la orquesta de Emilio Orlando, donde cambió el seudónimo por el de Alberto Marino.
El maestro Eduardo Bonessi influyó decisivamente en su formación vocal. Poseía un registro de tenor que parecía que le sobraba la voz. El 5 de Abril de 1942 se incorporó al conjunto de Aníbal Troilo, debutando en el cabaret “Tibidabo” de la calle Corrientes, junto a Francisco Fiorentino. La asociación Troilo, Fiorentino, Marino marcó una de las mejores épocas del tango.
Fue su mejor época de cantor, atestiguada en versiones que son verdaderas joyas. Su primera versión fue “Tango y copas”. Con “Pichuco” grabó entre 1946 y 1946, 51 composiciones: tres a dúo con Fiorentino y cinco con Floreal Ruiz. Alfredo Gobbi lo bautizó en 1945 como “la voz de oro del tango”.
Comenzó su trayectoria de solista en febrero de 1946, con la orquesta conducida por Emilio Balcarce, trabajando en Radio Splendid. Posteriormente fue acompañado por los conjuntos de Enrique Alessio, Héctor María Artola y Toto Rodríguez. Hacia fines de 1949 con el conjunto de guitarras de Roberto Grela.
En la década del 50 lo acompañaron las orquestas dirigidas por Hugo Baralis, Héctor Stamponi, Osvaldo Manzi y Alfredo Franco. Realizó giras por toda Latinoamérica y los Estados Unidos. En los años 60 grabó un long-play con José Canet y durante la década del setenta actuó junto a las orquestas de Miguel Caló, Armando Pontier, Carlos García, Osvaldo Requena y Alberto Di Paulo, grabando con todos ellos.
Como compopsitor dejó títulos como “Calle del ocaso”,”Te tengo que olvidar”, “Mi barco ya no está” y otros. Falleció en Buenos Aires el 21 de Junio de 1989. Alberto Marino desarrolló una depurada técnica dándole al tango un vuelo lírico y una calidez especial que tanto disfrutamos en ese Buenos Aires que se fue.
Alberto Marino fue una de las grandes figuras del tango rioplatense.
Vicente Alberto Marinaro nació el 26 de Abril de 1920 en Verona, Italia. Era un bebé cuando llegó a la Argentina; su familia se ubicó en un pueblito de Salta, pero posteriormente se trasladó a Buenos Aires, viviendo en el barrio de Palermo.
Tuvo sólida escuela de canto y al comienzo, se dedicó al canto lírico, entonando canzonetas de su tierra natal. Debutó en 1935, en un festival organizado en el cine Palermo. Con el seudónimo de Alberto Demare lo hizo en Radio Mitre, pero para cantar tangos. Fue vocalista en la orquesta de Emilio Orlando, donde cambió el seudónimo por el de Alberto Marino.
El maestro Eduardo Bonessi influyó decisivamente en su formación vocal. Poseía un registro de tenor que parecía que le sobraba la voz. El 5 de Abril de 1942 se incorporó al conjunto de Aníbal Troilo, debutando en el cabaret “Tibidabo” de la calle Corrientes, junto a Francisco Fiorentino. La asociación Troilo, Fiorentino, Marino marcó una de las mejores épocas del tango.
Fue su mejor época de cantor, atestiguada en versiones que son verdaderas joyas. Su primera versión fue “Tango y copas”. Con “Pichuco” grabó entre 1946 y 1946, 51 composiciones: tres a dúo con Fiorentino y cinco con Floreal Ruiz. Alfredo Gobbi lo bautizó en 1945 como “la voz de oro del tango”.
Comenzó su trayectoria de solista en febrero de 1946, con la orquesta conducida por Emilio Balcarce, trabajando en Radio Splendid. Posteriormente fue acompañado por los conjuntos de Enrique Alessio, Héctor María Artola y Toto Rodríguez. Hacia fines de 1949 con el conjunto de guitarras de Roberto Grela.
En la década del 50 lo acompañaron las orquestas dirigidas por Hugo Baralis, Héctor Stamponi, Osvaldo Manzi y Alfredo Franco. Realizó giras por toda Latinoamérica y los Estados Unidos. En los años 60 grabó un long-play con José Canet y durante la década del setenta actuó junto a las orquestas de Miguel Caló, Armando Pontier, Carlos García, Osvaldo Requena y Alberto Di Paulo, grabando con todos ellos.
Como compopsitor dejó títulos como “Calle del ocaso”,”Te tengo que olvidar”, “Mi barco ya no está” y otros. Falleció en Buenos Aires el 21 de Junio de 1989. Alberto Marino desarrolló una depurada técnica dándole al tango un vuelo lírico y una calidez especial que tanto disfrutamos en ese Buenos Aires que se fue.